05 marzo 2007

¿Crítica o conformismo?

¿Pensamos hoy, o más bien nos aborregamos? ¿Cribamos con el sano tamiz de nuestro juicio crítico la avalancha de mensajes publicitarios? ¿Tragamos como tontos lo que el márketing nos ofrece, con musiquillas y colorines, voces graves y sonidos ambientales? ¿Obedecemos sumisamente a la moda impuesta y a lo ‘políticamente correcto’? ¿Acatamos lo que nos imponen, o nos rebelamos ante el pensamiento débil del conformismo? ¿Es papá-estado o mamá-opinión pública quien nos inculca lo admisible, o construimos libremente cada uno nuestro propio espacio vital de ideas y valores?

Desde que Kant ofreciera al pensamiento occidental su Crítica, aunque ninguno somos kantianos, todos somos (o debemos ser) post-kantianos, como afirma el Profesor Alejandro Llano. En el siglo XXI, debemos todos ejercer nuestro pensamiento crítico, como personas maduras. Más aún todavía, ante la carga tan atroz de los poderes mediáticos. No se trata de cerrarnos en banda, imponiendo la duda desconfiada ante todo lo que recibimos. Eso nos llevaría a un exceso destructivo hipercrítico.

Cada hombre debe amueblar su inteligencia. Es necesario ponderar lo que se recibe. Cuestionar lo que se escucha. Lograr disponer de una mente abierta. Comprender otros puntos de vista distintos. Justificar lo que se admite como cierto. Fundamentarlo en principios básicos. Descubrir los presupuestos y los puntos de partida asumidos. Sin eso no cabe dialogar ni discurrir. Más que una sociedad o civilización, sería una jaula de loros y cacatúas que repiten lo que reciben.

No debemos admitir sumisamente lo ‘moderno’, lo ‘actual’, el ‘progreso’, lo ‘desarrollado’, los ‘descubrimientos’, lo que ‘todo el mundo piensa’ y otra serie de fantoches que los medios de comunicación y los ideólogos políticos nos venden, como las grandes soluciones incuestionables, ante las cuales sólo cabe asumir una rendida obediencia.

Muchos ‘avances’ anteriores fueron totales fiascos. Comunismo, nazismo, maoísmo, capitalismo liberal, despotismo ilustrado, movimientos Hippies y la droga, revoluciones armadas de la guerrilla... son ideas de un pretendido ‘progreso’ en realidad retrógrado. ¿Quién se atrevía a rechazarlos, cuando todos socialmente los admiraban? Vales como persona, lo que valen tus ideas, tu mente y tus valores: tu pensamiento de homo sapiens.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No cribamos, asumimos, adaptamos y devoramos, nos devoran y sale como resultado esa silueta cargada como un burro con alforjas, con sendas bolsas en cada mano, como Julia en Pretty Woman; imagen de quien lleva toda una vida esperando tener dinero para que le hagan la pelota. Tragamos como tontos, voces graves, sonidos ambientales, estoy de acuerdo, es así. Pero también hay listos que emiten estas voces y sonidos. ¿No se creó una asignatura para estudiar este tema? Marketing. Muchos folios rellenos de conceptos que entendí sólo tiempo después, cuando suspendía, porque aunque sea mal ejemplo este que escribo, al suspender, te liberas de la presión por la nota, y lees por interés propio, no es malo, no es ni mucho menos, un fracaso. Marketing. Un palabro bárbaro, un barbarismo, ¿equivalente en español? Timo. Esto es puro timo, chicos. La ciencia del timo. Desgraciadamente, en ocasiones, acatamos lo que se impone. ¿Por qué? Por las represalias, por el miedo, por el castigo, que me parecen motivos inteligentes como para conformarse. ¿O no? La pregunta sería entonces, ¿a qué tenemos miedo, a quién?
Gracias, feliz semana.
LaMer