14 noviembre 2007

¿Qué haría yo en tu lugar?

Me preguntas qué hacer dentro de seis o siete meses, cuando el paro abra sus brazos para acogerte, una vez terminada la aventura universitaria, terminada la carrera (o “casi” terminada, porque siempre puede algún docente requerir de ti algún tiempo más, para seguir examinándote: huye de esos cariños). Sin pensarlo demasiado, se me ocurre lo siguiente:

1.- Prepararme un curriculum vitae genial, que impacte, que entre por los ojos, con una buena foto tuya, con recomendación firmada debajo, mazo flipante, bien maquetado, perfectamente presentado, revisado hasta en las comas.

2.- Añadirle una carta de presentación personalizada y clarita, con el nombre y dos apellidos y el cargo que ocupa el jefe del sitio a quien se lo diriges. Bombardear con ambos -cv y carta de presentación- por e-mail a todos los sitios donde se te antoje, o en los que te apetezca meter la nariz.

3.- Plan de ataque. Una vez mandados los cv y las cartas de presentación, coger la lista de los sitios bombardeados. Ver el nombre del director de recursos humanos, el que corte el bacalado en ese sitio. Estudiar cómo ganártelo: contactos, influencias, recomendaciones… Plantarte allí y preguntar por él. ¿Que no está? Pues que te den cita para cuando esté. ¿Que sí está y te recibe? Te lo comes con patatas: tú eres un crack, la chica más educada de Madrid y su entorno, conoces su medio porque te lo has currado y sabes qué hacen allí, le preguntas en qué área necesitan o van a necesitar relevos y nuevos fichajes, te lo ganas del todo, consigues que te dé él a ti su tarjeta, tú le das la tuya que te la has hecho chula chula en una guillotina en casa, imprimiéndola allí en cartulinas a color mate elegantísimo... y con eso te has ganado un admirador, un miembro más de tu network, y un pimpollo al que le puedes llamar el día de su santo o el día que gane su equipo de fútbol, que te has enterado de qué Club él es hincha.

4.- Husmeas en todos los agujeros disponibles (municipales, autonómicos, profesionales, europeos, nacionales), sobre las becas ofertadas, cursos subvencionados de formación en idiomas, informática, modelos de diseño, programas, certámenes, ayudas, estancias y salidas en el extranjero, etc., oficiales o privadas, y te haces con todo lo que te guste, que amplíe tu curriculum, te aporte y enriquezca, te haga actualizarte y estar a la última.

5.- Ves también los foros, conferencias, congresos, seminarios universitarios, presentaciones, etc., donde se juntan los grandes gurús de los medios. Te plantas en todos esos sitios superarreglada. Te dedicas a reírles los chistes, a sacarles información, a aprender y a ganarte la confianza de los top-men, que es el mejor recurso para esta profesión.

6.- Te haces un plan escalonado, con metas fijadas a corto, medio y largo plazo: para unos meses, un año, y dos o tres años, de lo que quieres tener conseguido para entonces en esas fechas: fluency English, haberte pisado los United States, experiencia en el sector que te mole, contactos aquí y allá, curriculum bien relleno de esto y lo otro, manejarte de mil maravillas en las entrevistas de trabajo...

Bueno, esta es mi humilde y vivida experiencia. Si te vale, me alegro. Para cualquier duda o aclaración, pregunta lo que quieras: ya sabes que para ti no tengo horario.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Vale Pedro. Todo esto está muy bien... Un subidón de moral no viene mal nunca pero... A) ¿por qué te refieres siempre en femenino? ¿Qué pasa? ¿Que los chicos no tenemos posibilidad de trabajar hagamos o lo que hagamos¿ ¿O que no nos hace falta currárnoslo tanto? y B) Seamos realistas... esto pinta muy mal y no es tan fácil... Encima están esos profesores que tanto cariño nos tienen en quinto... Me sé de algun@ que empieza la clase diez minutos después pensando en los que trabajamos y no podemos llegar a la hora en punto (qué majos, ¿no?). Pues a eso más le valdría tener también en cuenta que los que trabajamos y estudiamos no podemos dedicarle a su asignatura tres horas diarias!!!
Hoy tengo el día revuelto y me lo has puesto a huevo para desahogarme (no te lo tomes como algo personal) pero era el artículo perfecto para despotricar todo lo que llevaba dentro. Y, ahora que me he quedado a gusto, voy a dedicarle la media hora que tengo libre a esos profesores que tanto nos entienden y tanto nos agobian con su asignatura.

Anónimo dijo...

Está claro que hay que ser realista. Pero entonces, a qué viene bajar la espada antes de tiempo? Es muy fácil y muy cómodo quejarse, pero sólo cuando se tenga la experiencia y se hayan intentado las cosas de verdad. No es subidón de moral creo yo, es un consejo para que asumas que, en la medida en que pongas tú de tu parte, alcanzarás más y mejores objetivos (y no hablo de presidir consejos de administración ni ser editor jefe. Hablo de Aprender y madurar) Yo tengo una familia q se avergüenza de lo q he estudiado, me pagué la carrera trabajando los findes y ahora, 1 año desués de acabada, no soy ni mileurista. Pero hago cosas, no me limito a lamentarme, estoy contenta a donde he llegado y sé que es una carrera de fondo. Conozco a bastantes "majetes" que lo que están es acostumbrados a que se les de todo hecho, que se creen que en seguida van a llegar a donde tenían soñado y que prefieren culpar a todo y a todos, en vez de "moverse" en el sentido en el que nos incitas tú, Pedro. Pero bueno, lo que quería decir es que en el fondo, lo que cuenta es el factor humano. Lamentablemente, estamos (reconozco que yo lo estaba) acomplejados, pero creo que vale la pena luchar por dejar de ser mediocre y limitarte a avanzar despacio, pero con firmeza. Y no tirar la toalla.

Ah, por cierto Pedro, muy bueno además el Post de "Por qué no te callas" ^_^

Javier Jurado dijo...

El planteamiento es bueno: si nada tenemos, nada podemos perder. Aún así, está el mercado tan complicado... No sé por qué en ninguna carrera no existe alguna asignatura tipo F.O.L., como la que dan en los ciclos formativos, tremendamente útil. Muchas nociones teórico-revenidas, pero luego de práctica "na de na", sálvese quien pueda.