02 enero 2008

Finlandia: ¿por qué arrasan en educación?

Así titula su artículo El Semanal. Espigo a continuación los datos de su respuesta. Como mejor modelo de sistema educativo, Finlandia (‘Suomi’ en finés) más que duplica en resultados con sus estudiantes a otros países como el nuestro. ¿Cuál es su truco? Algo horroroso, carca, anticuado, conservador, retrógrado, atrasado, repugnante, reaccionario, anti moderno y anacrónico como lo siguiente:

- exigencia, seriedad, responsabilidad, implicación, prestigio docente, respeto al profesor, discernimiento crítico, limpieza obligada, cuidado constante, elegancia en los modos, atención, esmero, lectura, honradez, laboriosidad, trabajo… profesionalidad, en definitiva.

En Finlandia, si una escuela hace puente (los centros tienen autonomía para tomar esas decisiones), antes obliga a sus alumnos a salir algo más tarde cada día, hasta completar las clases que se hubieran perdido.

Los profesores son valorados. Rocío, madrileña, da clases de español: “Sí, nos sentimos respetados y valorados por la sociedad. Ser maestro es una profesión de prestigio a la que sólo aspiran los mejores. Pero el respeto de tus alumnos te lo ganas día a día. Además, tienes derecho a paro (cobro por despido) toda la vida. Tendría que pensármelo mucho para volver a España”.

Los alumnos cuidan el material escolar, que es sufragado por el municipio. Intentan que los alumnos desarrollen el pensamiento crítico -se invita a discutir- antes que la memorización. El 34 por ciento de los adultos tiene estudios superiores. Hay un ordenador por cada dos alumnos. Todo está siempre en perfecto estado de revista.

Los estudiantes no llevan uniforme, pero tienen que ir bien vestidos, limpios y arreglados. El aula no huele a ‘queso’ ni a ‘tigre’ después de gimnasia. Las taquillas, siempre impolutas. Ni una pintada ni un garabato en los pupitres ni en los aseos. Todo parece recién estrenado, y eso que el 97 por ciento de los centros son públicos. Ni una colilla ni una hoja, ni una pintada. “Aquí no se ensucia ni la nieve”. Se hace un hincapié obsesivo en los buenos modales.

“Cuando vemos que alguno tiene problemas, le asignamos enseguida un profesor de apoyo. Tiene clases extra. Estamos muy pendientes ay no dejamos que se retrase”. Los deberes son sagrados. “Los padres se interesan por los exámenes, vigilan los deberes”. Si alguien no hace los deberes o copia en un examen, nadie le reirá la gracia y acabará siendo un marginado. “Cuando regaño a mis alumnos, les digo que están malgastando el dinero de los contribuyentes”.

No hacen chuletas, por supuesto. ¿Para qué arriesgarse, pudiendo estudiar? Son responsables y serios. De mayores, tampoco se les ocurrirá defraudar impuestos. “En nuestra cultura so muy importantes dos valores: la honradez y el trabajo”, comenta Päivi Junkkari. No es casualidad que Finlandia también encabece las estadísticas de transparencia y menos corrupción.

“Aquí sólo tienes una oportunidad para aprobar un examen, por la misma razón que la vida sólo se vive una vez. Y hay que aprovecharla. Si no apruebas, te quedas una hora más en clase hasta que demuestres que te lo sabes”. Finlandia presume del mayor índice de lectura de libros y prensa de Europa. Ahí queda eso. Pensemos si no nos convendría imitarles un poco.

No hay comentarios: