29 diciembre 2008

Familia

“La mujer es el puente entre empresa y familia”, afirma Rosa Pich, que sabe gobernar su inmensa familia. Ella trabaja en su empresa, al tiempo que cuida su hogar.

Va en serio: tal cual. Una imagen, dice más que cien palabras. Si esto no es amor, que me digan dónde hay más. Matrimonio de catalana y segoviano, hijos ambos a su vez de familias con más de diez hermanos cada uno.

- Estos padres, son más jóvenes que yo: de sólo cuarenta y pico años.
- Hijos, van por diecisiete: dos fallecidos (segundo y tercero), quince vivos y otro aún más ya en camino, pues la madre se está preparando para dar a luz por su 18ª vez.

No me resisto a copiarte aquí sus nombres: Carmina (la mayor, de 18 años), Perico, Juanpi, Cuqui, Magui, Tere, Rosita, Gaby, Ana, Álvaro, Pepa, Pepe, Pablo, Tomás y Lolita.

¿El truco? ¿Cómo funciona ese hogar? Es evidente: con entrega, vivir para los demás y colaborando. Nadie escurre el hombro. Todos se ayudan. Unos cuidan de otros: cada hermano tiene a un pequeño menor a su cargo.

Desde aquí les felicito de corazón a todos los Postigo Pich, con mis más fuertes diecinueve abrazos.

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