Hace tiempo que leí estas líneas de Einstein sobre la crisis.
Son palabras de aliento, de motivación y de superación que no pretenden más que animarnos a tirar para adelante y darnos cuenta de que la crisis no es el fin del mundo, sino que simplemente es un cambio de paradigma.
No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo.
Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo.
Son palabras de aliento, de motivación y de superación que no pretenden más que animarnos a tirar para adelante y darnos cuenta de que la crisis no es el fin del mundo, sino que simplemente es un cambio de paradigma.
No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo.
La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos.
La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura.
Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.
Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar ‘superado’.
Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar ‘superado’.
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.
La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia.
El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.
Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos.
Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.
Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo.
En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla.
Pedro García-Alonso me ha comentado, en más de una ocasión, que nunca ha visto tanta creatividad en la facultad de Ciencias de la Información como la que hay desde que se inició esta crisis económica que dura ya cinco años.
En este mar de pesimismo en el que esta sumido este ya de por si pesimista país, a los jóvenes no nos queda otra que luchar, pelear, arriesgar y ser creativos para llevar nuestros proyectos a buen puerto y, finalmente, crear una sociedad nueva. Ese es el camino.
Pedro García-Alonso me ha comentado, en más de una ocasión, que nunca ha visto tanta creatividad en la facultad de Ciencias de la Información como la que hay desde que se inició esta crisis económica que dura ya cinco años.
En este mar de pesimismo en el que esta sumido este ya de por si pesimista país, a los jóvenes no nos queda otra que luchar, pelear, arriesgar y ser creativos para llevar nuestros proyectos a buen puerto y, finalmente, crear una sociedad nueva. Ese es el camino.
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